jueves, 30 de octubre de 2008

Homenaje a Lucha Reyes – Parte I

Con motivo del Día de la Canción Criolla y conmemorando 35 años de la temprana partida de Lucha Reyes, reconocida como "La Morena de Oro del Perú”; e-huacho publica esta semblanza sobre su vida y acompaña la misma con videos de sus más populares interpretaciones como Regresa, Tu voz, Una carta al cielo y Mi última Canción.

Nació el 19 de julio de 1936 en un hogar humilde del Rimac. Su verdadero nombre era Lucila Sarcines Reyes. Su padre don Tobías Sarcines, murió cuando Lucha tenía apenas seis meses de nacida. Con la desaparición de su progenitor llegaron las penurias económicas al hogar de doña Lucila Reyes que estaba integrada por 16 niños. Se dedicaba al oficio de lavandera, pero los ingresos no alcanzaban ni siquiera para cubrir las necesidades básicas.aunque vivió varios años en el Callao, al fondo de la calle Marco Polo, cerca de la Mar Brava. Su niñez fue casi una tragedia, tanto que para sobrevivir trabajó hasta de "canillita".
La familia de la pequeña Lucha Reyes, ocupó un cuarto en el callejón del fondo de la calle Mercedarias. Un recinto famoso en donde se reúnen cantores y guitarristas de los Barrios Altos. Las jaranas son frecuentes y muchas veces terminan en peleas. Allí se congregaban Felipe Pinglo, "El Cholo" Nicolás, Pedro Espinel, "El Mono" Olivo, Reynaldo Adrianzén, Samuel Joya, los hermanos Zapata y otros. En ese ambiente de entreveros, Lucha reyes fue saturando su espíritu con las melodías criollas de antaño. La madre de Lucha Reyes enfermó y tuvo que dejar de lavar ropa porque sufría frecuentemente de fiebres y dolores musculares. Esta situación determinó que todos los días mendigara un poco de comida en un convento.
Tiempo después un pavoroso incendio, ocasionado por el lamparín que iluminaba su vivienda, hizo que la familia se trasladara a los Barrios Altos, ésta zona de Lima se caracteriza como la Cuna del Criollismo, vena fiel de Felipe Pinglo Alva, Pedro Espinel, Samuel Joya entre otros tantos...
Lo resaltante a tanta vida sufrida es que a Lucha le gustaba el canto, y lo hacía con toda el alma, con la emoción y sentimiento muy particular en ella. Se toma otra decisión ya que cada vez se agudizaba la situación económica en la familia, y lo mejor fue enviarla al Convento Franciscano de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, a cargo de Religiosas. En Lucha inculcaron los valores, ver la vida desde el punto humano y formarla espiritualmente, la ayudaron a estudiar hasta el tercer grado de primaria. Moldearon su carácter y decidieron lanzarla al ruedo de la vida.
Años más tarde contrae matrimonio con un sargento de la Guardia Civil, relación que estuvo marcada por la violencia y duró corto tiempo, dejando en ella el trago amargo de la infelicidad del hogar. Poco tiempo después se supo de una segunda relación de la cual no se tiene información precisa; pero se sabe que también tuvo corta duración. Lucha con 16 años concibe en 1952 a su hijo Humberto Cueto Sarcines. y en 1953 a Alejandro Cueto Sarcines.
Surgió en "El Sentir de los Barrios", un programa que se propalaba por radio "El Sol". Cuando por sus cualidades de cantante empezó a abrirse camino, la "bautizaron" con el nombre de "La Morena de Oro". Solía presentarse en los restaurantes "El Parral" y "El Palmero".
Cuando su madre logró recuperar la salud, consiguió internarla en el convento Buen Retiro, de las Madres Franciscanas, donde permaneció por espacio de ocho años. Al evocar su estadía en el convento solía decir: "Allí supe ver la vida desde un plano más humano y cristiano. Estudié hasta el tercer año de primaria y por otro lado aprendí costura y otros trabajos manuales... El afecto y el apoyo moral de las religiosas moldearon mi carácter y me prepararon para afrontar con entereza el infortunio y las adversidades. El día de la despedida lloré mucho porque tenía buenas compañeras y me había acostumbrado a la tranquilidad conventual".

Su vida hecha canción
Posteriormente a mediados de la década de los años 1950, entra sin proponerse a Radio Victoria, en un programa de aficionados llamado "El sentir de los barrios"; ahí debutó cantando el vals de Sixto Carrera "Abandonada", teniendo un éxito rotundo, la acompañaron en las guitarras en esa oportunidad: Bernardo Herrera y Guillermo Ocharán, se supo vagamente que formó un dúo llamado Lucha y Juan, pero es algo que todavía no puede confirmarse. Pareciese que su vida cambiaría, pero no era el momento aún. Empezó la naturaleza a cobrarle la factura de su cruda infancia, y su salud se convirtió un arma de doble filo. Unos exámenes médicos arrojan como resultados diabetes emotiva y tuberculosis pulmonar, y se interna en 1959 en el Hospital Hipólito Unanue ex Bravo Chico, donde permaneció un año en observación. Debido a su espíritu alegre y cooperador se ganó rápidamente la simpatía y el cariño, tanto de las religiosas como del cuerpo médico.

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