El Perú atraviesa, desde hace unos años, por una situación que puede
afectar o está afectando su economía, puesto que tiene demasiados
universitarios formados en universidades de baja y nula calidad, y, cada vez,
menos jóvenes que sigan una carrera técnica.
Maite Vizcarra, gerente del Centro de
Innovación de IPAE - Acción Empresarial, indicó a inicios de este año, que el
Perú requeriría cerca de 500 mil técnicos calificados para el sector minero,
agroexportador, construcción y de servicios; cifra que evidentemente no se ha
concretado.
Sin embargo, vemos en provincias como Huaral, Huacho y Barranca, a sus
municipios provinciales invertir en academias municipales que incentivan en los
jóvenes a seguir carreras que no demanda el mercado y, peor aún en
universidades de bajo nivel académico como lo hacen las academias privadas en
su mayoría.
Por el contrario, se debería emular
el modelo chileno que viene fomentando en sus escuelas la formación
técnico-profesional a partir del 3° de media, y con una fuerte inversión masiva
en equipamiento de vanguardia.
En Huacho y Huaral se han
edificado dos modernos colegios emblemáticos, y, perfectamente en ellos pueden
las municipalidades provinciales con el respaldo del gobierno regional iniciar
la creación de talleres técnicos-productivos.
Que nos hacemos con tantos
abogados, comunicadores, economistas, sociólogos, etc; cuando el país lo que
está requiriendo con urgencia es de técnicos calificados que puedan salir
motivados desde las escuelas, y seguir una carrera técnica que les va permitir
ingresar rápidamente al mercado laboral y ser bien remunerados.
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