viernes, 20 de marzo de 2015

El médico que enseña debe tener mayores facilidades

Por. Oswaldo Grados Sánchez
Médico Oncologo
 
1. Considero que la participación del CMP y de las entidades públicas involucradas debe iniciarse desde el momento de la creación de las facultades: Evaluando la idoneidad y disposición de tiempo de quienes integrarán la plana docente de las nuevas facultades. Ser un buen médico no garantiza el ser un buen docente. La buena docencia requiere una dedicación especial (y también condiciones especiales de quienes van a exponer un tema), además de tener vocación de evaluar al alumnado, tiempo para solucionar las dudas e interrogantes de los estudiantes, metodología y paciencia para enseñar. Quienes desarrollan docencia médica generalmente lo hacen en espacios cortos de tiempo mientras cumplen su labor asistencial en los hospitales y clínicas. Se improvisan clases y el tiempo para profundizar temas o generar investigación médica propia es bastante escaso. El docente puede ver que su dedicación a la enseñanza puede suponerle un retraso en el cumplimiento de sus labores como médico.
2. Se debe continuar la difusión de incentivos para la presencia de médicos al interior de las provincias más alejadas del país, pues mientras que Lima se ve abarrotada de cientos de ginecólogos y pediatras, en algunos distritos no se cuenta ni con médicos generales. Para ello, el médico no sólo necesita un salario digno, sino por sobre eso, requiere una infraestructura que le permita utilizar los conocimientos recibidos en pregrado al servicio de las comunidades más vulnerables. Con mejores instalaciones en los hospitales del interior, la enseñanza mejoraría sustancialmente. 3. El médico docente universitario debe tener, no solamente incentivos económicos por sus enseñanzas, sino además facilidades para la evaluación de sus dirigidos, la preparación de sus casos, y mejorar su metodología de enseñanza, capacitándose como profesores.
7. Por último, aún cuando debe ser el primer ítem, en la aceptación de los estudiantes para el ingreso a la Facultad de Medicina debería estar considerado una evaluación vocacional y psiquiátrica de modo que se corran menos riesgos de admitir a personas que no vean la carrera médica como vocación de servicio. De esa manera estaríamos haciendo un esfuerzo para disminuir la posibilidad de tener profesionales titulados en Medicina sin vocación de servicio al prójimo y a la sociedad.
 
4. Se debe favorecer la interacción amigable entre las facultades de medicina existentes. Las reuniones multidisciplinarias favorecen la formación de profesionales más capacitados. Se trata de mejorar las competencias del médico peruano y no solamente a las de algunos centros de estudio. 5. La logística hospitalaria debe proveer de las condiciones de bioseguridad necesarias. Conocemos que la tasa de infecciones de entidades serias (como la tuberculosis) es más alta entre estudiantes de medicina comparadas con las de otras escuelas profesionales. Esto es en parte debido a las limitaciones en los cuidados de los ambientes sanitarios y al hacinamiento que hoy se vive. 6. Si estamos de acuerdo con la detención de la creación galopante de facultades y escuelas de Medicina hasta el momento en que estén dadas las condiciones necesarias que garanticen la idoneidad de la formación académica.



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