jueves, 8 de octubre de 2015

¿Debería importar la universidad de la que te graduaste para conseguir trabajo?

Redacción

Meritocracia, dicen unos. Elitismo, responden otros.
Y en el medio, algunos discuten acerca del papel que debería tener la universidad específica de dónde alguien se gradúa a la hora de determinar sus posibilidades laborales.
En Reino Unido, una importante empresa de consultora empresarial decidió este mes que usar la universidad como un criterio de selección de sus empleados era contraproducente.
La firma en cuestión, Deloitte, anunció que había cambiado el proceso de selección de personal para que los encargados del reclutamiento de nuevos empleados en la firma no supieran la universidad en donde estudió el candidato a la plaza.
Así Deloitte espera combatir lo que denomina como "prejuicios inconscientes" sobre las universidades de origen de los aspirantes y buscar talento en un campo más amplio, que no se reduzca a las universidades más tradicionales, asegura el corresponsal de educación de la BBC, Sean Coughlan.
La empresa asegura que en parte la motiva una preocupación cívica: mejorar la movilidad social en el país.
Pero David Sproul, ejecutivo de la firma, asegura también que la medida le conviene a Deloitte, pues las compañías necesitan "contratar personas que sepan pensar e innovar de modos distinto, que vengan de contextos diferentes y traigan consigo una gama de perspectivas".
Varias de las multinacionales que compiten con Deloitte en Reino Unido han adoptado medidas similares, asegura nuestro corresponsal.
La firma de contaduría Ernst and Young, por ejemplo, "eliminará todos los detalles académicos y educativos de su proceso de solicitud de empleo", indica Sean Coughlan de la BBC.

¿Élite académica o social?

En el centro de la discusión está la pregunta de si esas universidades prestigiosas reflejan una élite académica, que merece consideración especial por sus méritos académicos, o más una élite social, en donde los privilegios y prejuicios son transmitidos de generación en generación.
Una pregunta que está, por supuesto, lejos de contestarse. En Reino Unido, una proporción inusualmente alta de los mejores puestos en el gobierno y el sector privado son ofrecidos a graduados de las universidades de Oxford y Cambridge, que son las que hace siglos educan también a los hijos de las familias más prestantes.
De Oxford han sido dos de los últimos tres hombres que han ocupado el puesto de primer ministro, incluyendo al actual, David Cameron.
Y un informe de la Comisión de Movilidad y Pobreza Infantil del gobierno británico reportaba en 2014 que el 75% de los jueces, 59% ministros del gabinete y 18% de los ejecutivos de las empresas más grandes del país eran graduados de apenas dos universidades: una vez más, Oxford y Cambridge.

Entre oportunidad y privilegio

Estados Unidos, país que gusta verse a sí mismo como igualitario y con igualdad de oportunidades, es también desproporcionado el número de personas de gran éxito profesional que estudiaron en las universidades socialmente más exclusivas, conocidas como el "Ivy League", que incluyen a Harvard, Princeton y Yale, entre otras.
Fuente: http://www.bbc.com/

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