martes, 22 de noviembre de 2016

Catedráticos homologados, jojojo

Por Engels Ortiz Samanamud

Se va cumplir un mes, y, nuestros catedráticos de las universidades públicas, -sobre todo-, los de provincias, vienen acatando una huelga exigiendo se cumpla con el artículo 96° de la ley 30220, que manda la homologación de sus sueldos con los salarios de los magistrados del Poder Judicial.
En tal sentido, la Asociación Nacional de Universidades Públicas del Perú (ANUPP) y la Federación Nacional de Docentes Universitarios (FENDUP), han emitido sendos pronunciamientos y sostenido reuniones con el Ejecutivo a través del Ministerio de Educación y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF); y nada de nada hasta la fecha.
La anterior ley universitaria que se aprobó en 1983, en su artículo 53°, también ordenaba se homologue los sueldos de los catedráticos con el salario de los magistrados,  empero, recién en el 2004, luego que el Tribunal Constitucional declarara fundada la demanda interpuesta en el 2003, por el rector de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC), José Artemio Olivares, y luego de marchas y reuniones de los rectores y profesores de aquel entonces, es que se empezó a cumplir paulatinamente con la homologación.
Prácticamente, por más de dos décadas, nuestros profesores estuvieron con sueldos miserables haciendo un apostolado en sus universidades, y, muchos de ellos, han fallecido sin que se les reconozca sus haberes por todos esos años de incumplimiento de la ley universitaria 23733.
 Ahora, llama la atención, y más parece una burla, la respuesta que recibió el actual rector de la UNSAAC por parte del MEF, en la que le manifiestan que los catedráticos ya han sido homologados con los magistrados respecto al sueldo básico, haciendo referencia al primer tramo que hizo Toledo estando Pedro Pablo Kuczynski (PPK) de ministro de Economía y un segundo aumento con el gobierno de Alan García.
La actual ley ya cumplió dos años, y, en ningún párrafo de la misma,  se menciona que la homologación es  respecto del sueldo básico. Vale recordar, que el magistrado Javier Villa Stein, durante su candidatura al rectorado de San Marcos, manifestó que él gana más de 15 mil soles mensuales, y, ello, es lo que deberían ganar sus colegas de la categoría principal, y en esa escala deberían de seguir los asociados y auxiliares.
La ley 30220, está exigiendo a un profesional, que desee dedicarse a la docencia universitaria, contar con el grado de magister. O sea, haber estudiado cinco años de su profesión y luego tres años de una maestría, para que incursione en la docencia con un sueldo de 1800 soles. Como dice PPK, prefiero ser un chofer de Uber o como dicen otros estudiar dos años en la Escuela de Oficiales y salir a ganar 2500 soles. Además, no consideran que antes de concursar para profesor auxiliar, se tiene que estar como ayudante y jefe de práctica, y para quienes ni siquiera hay una propina.
Mientras  tanto, tenemos un ministro de Educación de lujo, que yo también creía, pero ya vemos lo lujoso que nos resultó para extraordinarios presupuestos de imagen y relaciones públicas, y licitaciones corruptas que estamos conociendo. Y, ahora, PPK alista cuarenta millones para sostener su imagen ante la opinión pública.
PPK entre el 2005 y 2006, recibió a los rectores y profesores en su despacho del MEF, y reconoció que no era justo los sueldos que habían recibido por dos décadas nuestros catedráticos, más aún, él, se sentía identificado con los profesores universitarios porque su padre había sido profesor en San Marcos. Ojalá se acuerde de ello y  tome nota de la respuesta que le ha dado el MEF al rector de la UNSAAC. Como suele decir su imitador, Carlos Alvarez, se trate de una bromita jojojo. Por cierto, de mal gusto.

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